¿Qué nos falta saber para avanzar en la inclusión financiera de las mujeres en ALC?
En el 2020, y desde FinEquity, lanzamos FinEquityALC, un espacio de debate, intercambio y actividades para avanzar hacia la inclusión financiera de las mujeres de América Latina y el Caribe. Muchas nos sumamos a esta iniciativa para articular un espacio de construcción regional de mejores políticas, estrategias y diálogos a favor de una mayor y mejor inclusión financiera para las mujeres de la región.
Cada una de las involucradas aporta desde su experiencia y especialidad. A nosotras, nos toca, sin duda, contribuir identificando los temas de investigación y las preguntas pendientes de responder para ayudar con ello a que los hacedores de políticas y, sobre todo los que están en la cancha, puedan implementar soluciones (políticas, programas, herramientas, productos y servicios) para lograr que millones de mujeres en la región puedan acceder a más, mejores y más pertinentes servicios financieros, y con ello puedan desarrollarse al máximo –en lo económico, en lo social y en lo político.
A mediados del 2020, junto al Portal FinDev, lanzamos una breve encuesta para que nos ayudara a definir las áreas en las que debíamos investigar más. Preguntamos sobre temas para los cuales contar con respuestas ayudaría al sector a avanzar hacia una agenda de inclusión financiera que transforme la vida de las mujeres. Y, sobre todo, respuestas que serían centrales para ayudar a las mujeres de la región a enfrentar los enormes desafíos que la actual coyuntura de pandemia y recesión les impone.
Las respuestas que obtuvimos reflejan la opinión de personas interesadas en la problemática de la inclusión financiera: profesionales del sector, hacedores de políticas públicas, investigadores y miembros de diversas organizaciones de sociedad civil ligadas al campo de las finanzas. Los resultados de las 145 encuestas recibidas se agrupan en seis grandes temas:
Identificar acciones y herramientas financieras para que las mujeres puedan lidiar con la crisis derivada de la COVID-19.
Implementar acciones de educación financiera con enfoque de género.
Preparar acciones para que las mujeres y sus familias recuperen su salud financiera post COVID-19.
Identificar prácticas que eviten la reproducción de sesgos de género en las operaciones de los sistemas financieros en la región.
Medidas para asegurar que las mujeres rurales puedan acceder y usar servicios financieros de calidad.
Cómo impulsar liderazgos femeninos en tiempos de COVID-19.
Luego invitamos a 10 especialistas en estos temas a que nos ayudaran a delinear preguntas concretas sobre las que nos falta investigar y aprender. De ahí surgieron cuatro grandes grupos de preguntas, muy coincidentes con los temas recogidos en la encuesta, pero con un énfasis distinto. Los especialistas no se centraron sólo en la oferta, sino que incluyeron temas más relacionados con la demanda.
Los cuatro grupos de preguntas pendientes de responder, desde la mirada especializada fueron:
La existencia de discriminación implícita en servicios financieros.
Es decir, prácticas en los sistemas financieros que reproducen o amplifican brechas de género existentes (en dotación de activos, en acceso a liquidez, etc.) y prácticas basadas en sesgos no observables (de los funcionarios y de los algoritmos). Se requiere entender más como operan estas prácticas de discriminación para poder revertirlas.
Todavía es escasa la evidencia sobre las demandas de servicios financieros por parte de mujeres
Se necesita más investigación que ayude a identificar qué productos o canastas de productos son relevantes y atractivos para las mujeres en la región, qué características de productos los hacen atractivos para mujeres o qué acerca/aleja a las mujeres de usar servicios financieros.
La necesidad de esquemas de desarrollo de capacidades financieras y de educación financiera con enfoque de género.
La urgencia de evaluar con rigurosidad el real impacto de una mayor inclusión financiera –tradicional y digital- en el bienestar de las mujeres.
La digitalización ofrece la promesa de la inclusión a escala, pero ¿Cuáles son los beneficios de la inclusión financiera a través de la digitalización, y de la presencia de las fintechs? Hemos dado pasos para que el sector financiero se comprometa a generar datos desagregados por sexo pero ¿Qué impacto tiene el uso de data desagregada por sexo?
A partir de estos cuatro grupos de preguntas y de lo recogido en la encuesta conjunta con el Portal FinDev, en el encuentro anual de FinEquity2020 del 10 de noviembre pasado, planteamos estos temas a decenas de colegas para avanzar. Pueden ver el video de ese evento en este enlace y explorar varios blogs en esta serie con resúmenes de dichas discusiones.
Lo que estos esfuerzos -encuesta, consultas, espacios de discusión- dejaron en claro es que muchas de estas preguntas, antiguas y conocidas en su mayoría -salvo las referidas a la situación de la COVID-19- aún requieren más estudios, evidencia y debate. Resultado no menor.
Llevamos años discutiendo cómo avanzar en la inclusión financiera de las mujeres y si bien hemos aprendido mucho, aún queda mucho por analizar, demostrar y evaluar. Y, para ello, urge un renovado compromiso de la academia con la causa de una mayor y mejor inclusión financiera para las mujeres, una inclusión financiera que logre transformar las oportunidades, seguridad y resiliencia de las mujeres de la región.
Adicionalmente, todas estas preguntas muestran que los temas y preguntas requieren una mirada interseccional, pues los temas de género están interrelacionados con los de generación, localización, etnia, raza y nivel socioeconómico. No hay una respuesta única, sino un conjunto de respuestas diferenciadas para enfrentar el desafío de una mayor inclusión financiera para las mujeres de América Latina y el Caribe.
Esperamos esta agenda de investigación convoque a la comunidad de investigadores y también contribuya a la labor de financiadores y donantes, que apoyan -tanto la práctica como la investigación- para cerrar las brechas de género y que la inclusión financiera sea una herramienta que permita transformar la vida de millones de mujeres.
Nuestro compromiso tiene que seguir convocando y apoyando a la comunidad de investigadores a que trabaje junto con los hacedores de política y los funcionarios de las entidades financieras en identificar rutas certeras para lograr una efectiva y eficiente inclusión financiera que logre impactos en el bienestar y resiliencia de las mujeres de la región.
Si usted está leyendo este blog, seguro ya conoce FinEquityALC pero lo invitamos a sumar a otras colegas a esta comunidad.
Descargue aquí la presentación en Power Point compartida durante la plenaria de #FinEquityALC2020.
Explore aquí la grabación y los materiales de panel en español de FinEquityALC en la reunión anual #FinEquity2020. Evento contó con cuatro sesiones de trabajo con temas de educación financiera, barreras sociales/normativas y operativas que limitan o previenene el acceso y uso de servicios financieros, y liderazgo.
Es un tema que está ausente en el sector rural, especialmente para mujeres. Soy de Puno...la atención es escasa...o casi nula. Lo que se expone es muy importante. Mucho más que comentar en relación a la realidad.
La inclusión financiera es un tema de muchos años que si bien hemos avanzado algo en varios países hoy en día con la situación que venimos viviendo nos ha demostrado que poco o casi nada se ha avanzado realmente, desde mi punto de visto por dos razones fundamentales.
1.- Las Instituciones del sistema financiero formales y no formales se han volcado a la colocación de créditos tan solo con el apetito de crecimiento de sus carteras y en busca de rentabilidades más altas sin invertir en el desarrollo de productos que abarquen más población, ocasionando una mayor concentración en ciudades y olvidándose de las zonas rurales o periurbanas. Esto ha llevado a una lucha encarnizada por el mismo cliente causando sobreendeudamiento. Si bien es cierto, toda entidad tiene que buscar el lucro porque sin él no hay forma de invertir o mejorar, las instituciones financieras tan solo se quedaron en obtener utilidades y aperturar oficinas en zonas de alta concentración urbana sin tener la capacidad de llegar a zonas menos pobladas.
2.- Políticas del gobierno que logren llegar a zonas donde la presencia de las instituciones privadas no llegan. A pesar que tenemos el Banco de la Nación que llega a gran parte del país, no tiene políticas de incentivos para la formulación de productos financieros que estén adecuados a las necesidades de estas zonas, y de aquí desprendo el gran problema es no tener productos adecuados a las realidades y sobre todo lo poco que se tiene solo se ha quedado en diseñar el producto, lanzarlo y casi por consecuencia es utilizado sin ninguna habilidad de conocimiento real de Educación Financiera que lleve a desarrollar a los usuarios, porque nos hemos quedado con el concepto que inclusión es tener un producto financiero y no es así, puedo tener varios productos pero si no se para que sirve y mejor aún no se utilizarlo bien no sirve de nada, sino al contrario se convierte en un elemento para desalentar la inclusión e incluso nos lleva a perjudicar a los usuarios y los saca del sistema, porque los retiramos por no saber usar sus productos y con la calificación de riesgos los desvinculamos del sistema y no hay productos o hay muy pocos que los ayude a reinsertarse al sistema.
Mi propuesta se basa en dos aspectos:
1ro Desarrollar productos adecuados a las zonas y que por intermedio del BN podamos llegar a más usuarios pero con EF antes y después de obtener el producto, aquí tenemos los créditos grupales, solidarios, cooperativos, entre otros, debemos promover e incentivar a las instituciones no gubernamentales a invertir donde la banca privada no invierte, pero si en vez de incentivar los desincentivamos con políticas tributarias y legales no podernos avanzar.
2do Realizar en coordinación con los ministerios de Educación, Cultura, Inclusión Social entre otros, programas de capacitación en productos financieros básicos como el ahorro, crédito y seguros a través de micro programas dirigidos y coordinados desde la educación secundaria. Sin EF no podremos hacer nada y debemos enfocarnos en realizar alianzas estratégicas con instituciones privadas y públicas en CAPACITAR y EDUCAR y sobre todo en desarrollar las habilidades, no podemos quedarnos en dar conocimiento sin la práctica de saber cómo utilizarlos..
Un abrazo
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