Hacia el cierre de las brechas de género en México, a través del mayor acceso al crédito para las mujeres
Las mujeres en México tendrán acceso al financiamiento a tasas de interés más bajas luego que el regulador modificara la metodología para estimar las provisiones de reserva y la calificación de la cartera crediticia de las instituciones de crédito, reconociendo el menor riesgo incurrido al otorgar préstamos a mujeres. Este blog explica el raciocinio detrás de la medida y busca mostrar el camino al sector de la inclusión financiera en América Latina y el Caribe.
La evidencia sobre el comportamiento de pago de las mujeres
En 2017, Financial Alliance for Women (anteriormente Alianza Global de Bancos para la Mujer) publicó el estudio La Oportunidad de la Banca Mujer, el cual fue elaborado con información de 23 bancos en 18 países que concentran 22 millones de usuarias de productos financieros. Ese estudio mostró que las mujeres: i) son minoría como usuarias y acreditadas, representan el 35% del total de clientes y 19% del total de número de créditos; ii) tienen créditos por un monto promedio del 56% con respecto al de los hombres; y iii) han demostrado solvencia y prudencia, ya que su participación en los créditos en mora es menor a la de los hombres para los créditos de consumo, micro y pequeñas empresas, por lo que se estimó que la provisión de capital para créditos a las mujeres podría ser 4% menor a la de los hombres.
A su vez, tanto la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de 2018 como el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2020, elaborados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) muestran que aun cuando las brechas de género han disminuido aún se presentan brechas en favor de los hombres en la tenencia de productos financieros, tal como en los créditos hipotecarios (24.8 pp) o en las tarjetas de crédito (2.8 pp).
Documentos como los anteriores muestran que las mujeres tienen mejor comportamiento financiero que los hombres ya que presentan menores tasas de impago y, por ende, los créditos otorgados a ellas requieren menores reservas crediticias; sin embargo, esto no se ha visto reflejado en la cantidad de créditos otorgados.
Las características de la modificación regulatoria
Para mitigar los posibles sesgos hacia las mujeres, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de México, a través de la CNBV, publicó en el Diario Oficial de la Federación el 23 de julio de 2021 una Resolución que modifica las Disposiciones de carácter general aplicables a las instituciones de crédito.
A través de esa modificación, se incluye un factor de ajuste a la baja en la creación de reservas para los créditos otorgados a las mujeres por parte de las instituciones de banca múltiple y banca de desarrollo, siempre y cuando las acreditadas no presenten atrasos en los pagos:
- Para créditos de consumo no revolvente, el factor ajusta a la baja la probabilidad de incumplimiento en 4% para créditos personales, de adquisición de bienes duraderos y de autos; en tanto que ajusta a la baja en 2% los de nómina.
- Para créditos hipotecarios de vivienda, exceptuando la remodelación o mejoramiento de la vivienda y aquellos créditos originados y administrados por los Organismos de Fomento, el factor ajusta en 3% a la baja la probabilidad de incumplimiento. Adicionalmente, a esos créditos se aplicará un factor de ajuste a la baja de la Severidad de la pérdida de 7%.
La inclusión financiera y la igualdad de género
Con esta acción, la CNBV muestra su compromiso con la inclusión financiera y la igualdad de género en el uso de los productos y servicios financieros, al permitir que los precios de estos sean acordes con los hábitos financieros de las mujeres. Esto a su vez, les permitirá contar con mayores facilidades incluyendo menores costos, para acceder y pagar por dichos productos y servicios.
También, con esta modificación regulatoria, la CNBV, quien es la institución que representa a México en la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI) (i) y es signataria de la Declaración Maya, colabora en el establecimiento de políticas públicas que incrementan la inclusión financiera sostenible y responsable de las mujeres.
Asimismo, reafirma los compromisos adquiridos en el Plan de Acción Denarau 2016 (i) y la Declaración de Kigali 2020 para incrementar el empoderamiento de las mujeres con acciones y políticas elaboradas en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, pues los ajustes a la probabilidad de incumplimiento de las acreditadas buscan incentivar a las instituciones financieras para que estas otorguen más créditos a las mujeres y con condiciones acorde a sus riesgos. Finalmente, esta medida contribuye a la implementación de la Política Nacional de Inclusión Financiera, pues en su diagnóstico se muestra el bajo acceso y uso de productos y servicios financieros por parte de las mujeres en el país, lo cual origina una mayor brecha entre hombres y mujeres. Por lo que, en el Sexto Objetivo de dicha Política se establece el “Favorecer la inclusión de personas en situación de vulnerabilidad, como mujeres, migrantes, personas adultas mayores indígenas y población rural”.
Muy valiosa la iniciativa y muy relevante en el contexto de la pandemia que afectó de manera más severa a las mujeres que a los hombres. Sería importante publicar el impacto de esta política en los portafolios de créditos de las Entidades Financieras. Tal vez, medir a los 12 meses, cómo evolucionaron los volumenes (cantidad y monto) de financiamiento en las diferentes líneas de crédito: consumo, hipotecas y comercial (PFAEs).
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