El presidente de BBVA visita a emprendedores de la FMBBVA, líder mundial en contribución al desarrollo en Latinoamérica
Una educación de calidad es clave para salir de la pobreza y lograr mejoras socioeconómicas, para el estudiante, su familia y para tener un impacto positivo en su comunidad, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 4). Durante la pandemia, la mayor parte de los países anunciaron el cierre temporal de las escuelas, lo que ha afectado a más del 91% de los estudiantes en todo el mundo, según datos de Naciones Unidas. América Latina y el Caribe atraviesan en la actualidad “una crisis educativa sin precedentes”, de acuerdo con un reciente informe del Banco Mundial.
El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha conocido una vez más, sobre el terreno, la labor de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) con las poblaciones más desfavorecidas de Latinoamérica.
En esta ocasión ha visitado a emprendedores de la entidad Financiera Confianza en Perú, y en Colombia ha participado en la entrega de las becas Transformando Realidades, una iniciativa de BBVA Colombia y Bancamía, entidad de la FMBBVA, para ayudar a los hijos de emprendedores, jóvenes de bajos recursos, a estudiar una carrera universitaria.
Luchar por un futuro mejor para sus hijos es uno de los mayores incentivos para muchos de los 2,7 millones de emprendedores y emprendedoras atendidos por la FMBBVA en cinco países de Latinoamérica, un 59% mujeres, y un 35% con una formación básica (primaria a lo sumo), que en Colombia llega al 43%.
De cada 10 emprendedores atendidos por la fundación que salen de la pobreza, siete son mujeres. Invertir en ellas contribuye no solo a cerrar la brecha de género, sino también a reducir la pobreza. Según ha destacado Carlos Torres Vila, “es una condición indispensable, si queremos alcanzar un desarrollo económico y social, verdaderamente sostenible e inclusivo, para todos”.
Los datos más recientes de la OCDE señalan que la FMBBVA es la primera fundación privada en contribución al desarrollo en la región y la primera del mundo en aportación a la igualdad de género.
Emprendedores salen adelante en Perú, a pesar de la pandemia
En Perú, la FMBBVA atiende a más de 725.000 personas, a través de su entidad, Financiera Confianza. De ellos, el 53% son mujeres.
Isabel Rivero Ortiz y María del Carmen Trejo son dos de las emprendedoras que han podido compartir con Carlos Torres Vila sus sueños e ilusiones. Isabel es profesora de primaria y también tiene un negocio de confección de manualidades. Estos ingresos le han permitido acondicionar un aula en casa para dar clases virtuales.
Pero para esta emprendedora la inversión más importante es la que hace en la educación de su hijo menor. Para ella es un sueño cumplido poder pagarle sus estudios en un colegio privado.
María del Carmen es otra mujer luchadora que, a sus 55 años, no se cansa de soñar con su progreso y el de su familia. Con su negocio de anticuchos (brocheta de origen peruano) ha conseguido dar al menor de sus hijos la educación que no tuvieron los mayores. “Ahora está estudiando negocios internacionales”, cuenta emocionada.
Tuvo que reinventarse con la pandemia. Según le contó a Carlos Torres Vila durante su visita, “mi hijo siempre me dijo que abriera mi local y yo le decía que no, que vendiendo como ambulante ganaba más dinero. Pero la pandemia me obligó y aquí estoy, muy contenta y agradecida, porque mi negocio está creciendo”.
El presidente de BBVA ha conocido también a Iris Eliana Salazar Saavedra, una joven de 22 años que se dedica a la venta de productos de belleza y da clases particulares de inglés. “Lo que sea necesario para salir adelante”, ha dicho esta emprendedora. Su meta es terminar su carrera como profesora de inglés, y tener un local para su negocio.
Wilder Osorio es también emprendedor. Migró a Lima desde su ciudad natal a los 16 años para trabajar como operario en una fábrica de confecciones. Ahora, a los 27, tiene su propia empresa y da trabajo a ocho personas.
Todos ellos han podido compartir sus proyectos con Carlos Torres Vila, quien ha dicho que conocer de primera mano a estos emprendedores “es una lección de vida”, porque son capaces de salir adelante en entornos muy complejos, especialmente en tiempos de pandemia, y “merecen tener una oportunidad y que apostemos por ellos”, ha subrayado.
Cinco jóvenes colombianos de bajos recursos podrán acceder a la universidad gracias a la beca Transformando Realidades
Después de esta visita, el presidente de BBVA participó en Colombia en la entrega de las becas Transformando Realidades, que ayudarán a cinco jóvenes, hijos de emprendedores de la FMBBVA, a lograr su sueño de estudiar una carrera universitaria.
Para Carlos Torres Vila, la educación es “la clave en el avance de las personas y en el desarrollo de la sociedad. Es un motor de crecimiento, una puerta a las oportunidades y una fuerza, quizá la más importante, para corregir las desigualdades”.
Sebastián Carreño Pinzón, hijo de la emprendedora Yamile Pinzón, viuda, y madre de dos adolescentes, tenía que recorrer diariamente caminos de tierra durante más de una hora para ir al colegio desde la zona rural en la vive con su madre y hermanos, en una pequeña finca en la que cultivan cacao. Ahora estudiará Ingeniería Agrónoma.
Junto a él, otros cuatro jóvenes más recibieron este reconocimiento, que cubre el coste académico durante el tiempo que dure la carrera y un extra para su manutención mensual. Además de un ordenador como herramienta de apoyo.
El sueño de que la educación mejore las vidas de sus hijos
Mario Alexander Naicipa Díaz, de Bogotá, quien quedó en segundo lugar, es hijo de la emprendedora Luz Nelly Díaz Torres, de 55 años de edad, que trabaja como maquilladora y vende productos de belleza.
Para Mario, tras superar un cáncer, esta beca supone la segunda oportunidad que le ha dado la vida para cumplir su sueño: estudiar Dirección y Producción de Cine y Televisión, y poder contar su historia.
El tercer lugar fue para Belkis Xiomara Correa Vega, de Cúcuta, donde vive con su madre, Blanca Yaneth, microemprendedora dedicada a la venta de tamales y helados, y productos por catálogo. La joven quiere estudiar Pedagogía Infantil, porque desea “con amor, enseñar a los niños para que crezcan felices y no pasen tantas dificultades como las que me tocaron a mí en mi hogar”.
También Ángela Karina Sánchez Alfonso quiere ser pedagoga. Tiene cinco hermanos y es hija de Adolfo Sánchez, dueño de un taller de soldadura. Para este emprendedor colombiano, su mayor deseo es que su hija pueda estudiar lo que más le gusta y verla convertida en una profesional.
Y Luisa Fernanda Bautista Reyes, de la zona rural de Ráquira, quien se inclina por las Ciencias de la Salud. Es hija de Blanca Reyes, artesana desde hace 17 años, madre de cuatro hijos, uno de ellos con necesidades especiales, lo que motiva a esta joven a prepararse más para contribuir a su cuidado.
El esfuerzo de los padres por ofrecer a sus hijos un futuro mejor es lo que impulsa estas becas, sabiendo que la oportunidad de que reciban una educación universitaria transforma la realidad de toda la familia.
Como ha señalado Carlos Torres Vila durante su intervención, “no hay mejor herencia para nuestros hijos que la educación”.