Los Diarios Financieros de México rompen tres mitos sobre las remesas de migrantes

Las familias mexicanas incorporaron más de US$ 24,8 mil millones en concepto de remesas internacionales a los portafolios financieros del hogar durante el año pasado. Sin embargo, ¿cuánto sabemos sobre cómo este dinero se gasta, se ahorra y se invierte a lo largo del tiempo? El Programa de Remesas y Ahorros del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN)  trabajó con la firma investigadora Bankable Frontier Associates (BFA) para examinar los flujos de efectivo de 16 hogares dentro del estudio Diarios Financieros de México que recibían remesas internacionales. Los resultados de este estudio, disponible para descargar aquí,  ayudan a romper tres mitos comunes sobre las remesas de migrantes:

MITO 1: Los receptores de remesas dependen completamente de las remesas para sobrevivir.

Diarios Financieros: Algunos creen que un típico hogar mexicano receptor de remesas desde Estados Unidos podría depender casi exclusivamente de ese ingreso. Si bien ese podría ser el caso para algunas familias,  en promedio, durante la realización del estudio Diarios Financieros, las familias recibieron ingresos de 6,5 fuentes distintas, incluidas las remesas. Estas fuentes incluyen trabajos asalariados de tiempo completo, la gestión de pequeños negocios, la venta de productos agriculturas y la realización de trabajos puntuales en la comunidad. Además de las remesas internacionales recibidas desde Estados Unidos, seis de los hogares también recibían remesas domésticas enviados por familiares viviendo en otras partes de México. 

MITO 2: Las transferencias de remesas son estables y mensuales, y substituyen los efectos de un salario fijo en el consumo del hogar.

Diarios Financieros: Otro supuesto es que los migrantes que trabajan en Estados Unidos siempre envían las remesas de manera regular, por ejemplo, de forma mensual. De hecho, la mayoría de los 16 hogares incluidos en el estudio, recibió sus remesas de forma irregular. Este estudio encontró que el número de pagos de remesas se incrementó en los meses de julio y agosto, previo al comienzo del año escolar.  Mas aún, tanto el valor y la cantidad de los envíos de remesas se incrementó en diciembre y enero, durante la época de las fiestas. Los hogares de Diarios Financieros solían recibir remesas esporádicamente y cuando se las pedían directamente a los migrantes, y no en forma regular y fija.  Las entrevistas revelaron que los migrantes luchan para poder enviar dinero de forma regular, debido a la inestabilidad de sus trabajos en Estados Unidos, como explicó uno de los encuestados:

“[A mi hermano] le está costando [adaptar a la vida en EEUU], porque a veces el trabajo no es permanente pues, porque se dedican a hacer condominio de residencias y a veces los mueven de ahí o los recortan.” – “Marisol”, Oaxaca

MITO 3 : Los receptores de remesas no valoran las remesas y las gastan solamente en el consumo de bienes de “lujo” y otros usos “no productivos”.

Diarios Financieros: Debido al amplio rango de gastos que enfrentan estas familias de manera diaria, muy poco dinero disponible queda para gastar en bienes de “lujo”. Según nuestras entrevistas, si bien las remesas se gastan en su mayoría en consumo y para abordar las necesidades básicas del hogar –como alimentos, medicinas y gastos de educación–, en lugar de ser invertidas en “actividades productivas”, esto no disminuye su importancia en el mejoramiento de la calidad de vida de estas familias. Los hogares entrevistados también señalaron que pedían dinero de vez en cuando a los migrantes de forma urgente, para solucionar emergencias que ocurrían durante el trascurso del estudio, como por ejemplo, el tratamiento dental de un hija, gastos de medicina, visitas al médico y pediatras, reparación de un carro después de un accidente y la estadía de un familiar en el hospital después de accidente de construcción. En estos casos, las remesas servían como un tipo de seguro informal para la familiar que se podría solicitar en caso de una emergencia.

El estudio Diarios Financieros de México se llevó a cabo con el apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates, BANSEFI y Gesoc A.C. Lea más sobre los resultados del estudio y sus implicaciones para proveedores de remesas y otros servicios financieros, aquí. 

Para leer el blog original (en inglés), haga clic aquí.

(*) Caitlin Sanford es investigadora en Bankable Frontier Associates​ y Rebecca Rouse es coordinadora del Programa de Remesas del FOMIN.

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