Conversaciones con el Portal: Carolina Ferreira, Programa Microfinanzas - OPP, Uruguay
El Programa de Microfinanzas para el Desarrollo Productivo, del Área de Políticas Territoriales de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) de Uruguay, tiene como objetivo principal la reducción de la brecha existente entre la oferta y la demanda, tanto de servicios financieros específicos como de acompañamiento en la gestión a emprendedores y mypes de todo el país, dentro de un enfoque de desarrollo de oportunidades, inclusivo y territorial.
¿Cómo surgió el Programa de Microfinanzas? ¿Cómo trabajan y qué papel juega en el sector de las microfinanzas en Uruguay?
El Programa de Microfinanzas se inicia en el año 2005, en el cambio de nuevo período de gobierno en acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ante una situación país post crisis de fines de la década de los noventa y principios del 2000. La realidad era que veíamos que las micro y pequeñas empresas uruguayas se enfrentaban a dificultad de acceso a financiamiento. El objetivo del programa en esos momentos era contribuir a disminuir esa brecha entre la oferta y la demanda de servicios financieros de las micro y pequeñas empresas.
A lo largo de la ejecución del programa, se trabajó en una dinámica más integral, es decir, trabajar no sólo en el acceso al financiamiento de las micro y pequeñas empresas, sino también la gestión de sus emprendimientos, el acceso a la comercialización, la formalización, en el día a día, también con capacitación y asistencia técnica. Y, por otro lado, también en llegar a todo el país. El desarrollo de las microfinanzas no sólo tiene que ver con las instituciones microfinancieras sino también con el involucrar a los gobiernos departamentales, con otros programas ministeriales y las instituciones de capacitación y apoyo, que permiten difundir este tipo de herramientas y trabajar con los emprendedores en el día a día.
¿Cuáles son los desafíos de la inclusión financiera en Uruguay en el marco del nuevo proyecto de ley de inclusión financiera? ¿Qué se propone? ¿Qué jugadores ingresarán/saldrán del mercado? ¿Cómo cambiarán las reglas del juego?
Si bien el tema de microfinanzas en Uruguay se trabaja hace más de 30 años, vinculado más que nada a ONGs, en los últimos años y, en cierta forma, en el marco que el programa puso el tema de las microfinanzas y la inclusión financiera en la agenda pública, el tema está como mucho más en “boga”. En el último tiempo, tanto el Banco Central (BCU) a través de programas de educación financiera, como el Ministerio de Economía y Finanzas, mediante el proyecto de ley de inclusión financiera, están trabajando en algunas normativas, como el tema de los corresponsales no bancarios, el tema de las transacciones electrónicas y en este proceso que en su momento se llamó bancarización y ahora inclusión financiera, de sumar a más gente y profundizar el acceso financiero a una mayor parte de la población.
Nosotros como programa trabajamos en la inclusión financiera de las micro y pequeñas empresas, no sólo la población en su conjunto. Entendemos que esta ley tiene un proceso de inclusión del sector privado en el tema de inclusión financiera y hay algunos reparos del sector cooperativas. Creo que es clave trabajar estos programas de inclusión financiera con educación, que la población en su conjunto sepa cuáles son los servicios que están disponibles y, sea cual sea el lugar que estén ubicados geográficamente, puedan acceder a los mismos. Ahí creo que tenemos un rol a jugar todos los organismos públicos que trabajamos en el tema.
Comparado con la región, ¿cómo está Uruguay en materia de microfinanzas? El nuevo Microscopio los ubica en una mejor posición en el ranking, ¿a qué se debe esta mejora?
Desde el 2009 que Uruguay registra, pasamos del lugar 50 al 17 y, a nivel regional, del lugar 18 al 9, sobre 20 países. Eso tiene que ver con involucrar distintos organismos, como el Programa de Microfinanzas y la OPP, vinculado al tema de sensibilizar a la población en su conjunto y sensibilizar a las instituciones. Y si bien, el programa de microfinanzas -creo que la región también, con Argentina y Brasil- no es lo mismo que un país andino vinculado a las microfinanzas, ha tenido un crecimiento bastante importante. Se ha más que duplicado la cartera en los últimos tres años (de 380 millones de pesos uruguayos -US$ 18 millones- a 830 millones -US$ 39 millones) y el número de clientes, pasó de 12 mil a 24 mil clientes. Todavía queda mucho por hacer, porque el total de micro y pequeñas empresas en el país es de 110 mil, pero creemos que estamos en el camino correcto. Si bien hay algunas condicionantes vinculados al desarrollo del sector, como el tema de la usura y la cobertura territorial, creemos que vamos en el camino correcto.
El Programa de Microfinanzas tiene un componente fuerte en capacitación, ¿por qué es fundamental capacitar a los microempresarios?
El programa tiene, vinculado a la formación de capacidades, tres grandes líneas. Una está vinculada a los programas integrales, que son programas que se desarrollan en el interior del país, sobre todo en pequeñas localidades en barrios, que agrupa un número de empresarios que tienen a veces intereses comunes, como puede ser el desarrollo de proveedores, el tema de la inclusión financiera rural, de jóvenes emprendedores, y otras veces no. Los llamamos programas integrales y no sólo de capacitación porque implica una parte de capacitación grupal, una parte de acompañamiento técnico mano a mano y, para aquellos que buscan financiamiento, facilitarles el acceso al mismo.
Después, a través de los tutores de micro y pequeñas empresas, se ha trabajado en casi todo el país. Este es un enfoque de cercanía del programa. La mayoría de estas empresas son familiares que no siempre tienen el tiempo o la capacidad para dedicarse a la formación y, si bien, el ser empresario es muchas veces algo intuitivo, nadie nace empresario y no hay una universidad para empresario, por lo que el tema de la gestión es fundamental.
El tercer tema para nosotros, es el tema de formación de formadores. Trabajamos en talleres de formación de los técnicos y funcionarios que trabajan mano a mano con los emprendedores. Este año hemos trabajado con cerca de 800 funcionarios y técnicos de gobiernos departamentales, instituciones microfinancieras y ONGs, y ha dado una cobertura mucho mayor de llegada del programa, y sabemos que es gente que está formada a nivel de territorio y que siempre podrá dar una respuesta a los emprendedores.
Existe actualmente un desencuentro entre la oferta y la demanda de microcrédito en el país y las opciones de educación y capacitación, ¿qué papel jugará en todo esto el Observatorio de Inclusión Financiera?
El programa ha tenido en estos últimos años como objetivo transparentar el mercado de las microfinanzas e involucrar al sector académico en esto. Por lo que estamos muy contentos que la Universidad de la República, a través de la Facultad de Ciencias Económicas, se haya como “apropiado” del Observatorio de Inclusión Financiera, que va a tener tres portales: uno más de documentación y acceso a información vinculada al sector, otro más analítico, donde se hará monitoreo de oferta agregada y ver cuál es el estado del arte del sector y, el tercero, un portal del emprendedor, que buscará vincular al emprendedor y a las micro y pequeñas empresas con toda la información relevante, acercarle la oferta de servicios financieros a sus demandas concretas e viceversa, que los emprendedores puedan en ese portal explicitar cuáles son sus demandas, sus inquietudes, sus limitantes y, desde la política pública, poder generar instrumentos para facilitar ese acceso.
¿Cuál es el futuro del Programa de Microfinanzas? ¿Cuál es el nuevo camino a seguir?
En el programa, en estos ocho años de ejecución, nos hemos dado cuenta que el tema de microfinanzas como tal nos ha quedado un poco corto y que, en realidad, estamos trabajando una política país más vinculada a inclusión financiera con énfasis en desarrollo económico territorial o local. A partir del año que viene, dentro de la OPP, se crea un área de desarrollo económico local que tendrá una línea de formación e innovación institucional, una línea de fomento productivo y una línea de integración financiera y finanzas inclusivas. El tema financiero seguirá siendo un tema fundamental como palanca de desarrollo de estos procesos pero en el marco de una estrategia de desarrollo económico territorial, en el que creemos que la inclusión financiera juega un rol fundamental pero que no es el único componente.
Esta conversación se llevó a cabo entre Carolina Ferreira, coordinadora del Programa de Microfinanzas de la OPP, y Mariana Martínez, Gerente de Contenido del Portal de Microfinanzas.