El caso del enfoque transformador de género en los programas multifacéticos de protección social
En la última década, los programas multifacéticos de protección social se han expandido en gran medida, incluyendo a los llamados Programas de Graduación, los cuales buscan proveerles un conjunto de servicios a las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad. Para que, de esta manera, ellos puedan salir de la pobreza de manera sostenible.
Con una combinación de activos productivos, capacitación, entrenamiento, servicios de inclusión financiera y apoyo al consumo a corto plazo, la premisa básica es de este tipo de programas es que al proporcionar a los beneficiarios recursos junto con habilidades y herramientas para el crecimiento sostenido de los medios de vida, para que ellos puedan escapar del círculo vicioso de la pobreza.
En comparación a exclusivamente el apoyo al consumo, como lo son los programas de transferencia de efectivo, se considera que los programas multifacéticos conducen a mejoras más sostenibles en los niveles de vida porque alientan las inversiones productivas mientras que a su vez, eliminan las barreras que tradicionalmente han excluido a las personas en situación de pobreza de alcanzar su mayor potencial.
Es decir, al reducir las restricciones de liquidez y el acceso inadecuado al financiamiento, junto con la provisión de habilidades, estos programas tienen como objetivo apoyar integralmente a las personas en dicha situación y permitirles alcanzar un camino de crecimiento con ingresos más altos. La evidencia de la efectividad de estos programas para conducir a mejoras significativas en los resultados económicos está bien establecida.
¿Qué es un enfoque transformador de género?
A fin de que un programa desencadene un cambio transformador en cuanto a género, debe ir más allá de contar el número de mujeres entre sus beneficiarios. En efecto, la mayoría de los programas multifacéticos tiene un sólido historial de proporcionar recursos y oportunidades a las mujeres que están sobrerepresentadas entre los más vulnerables del mundo.
Un enfoque transformador de género es aquel que reconoce que los programas sociales deben facilitar la eliminación de las barreras sistémicas que excluyen a las mujeres, niñas y a otras minorías de participar plenamente en ellos, y en la economía en general.
Asimismo, este enfoque reconoce la necesidad de abordar las brechas de género en el acceso a insumos productivos, las relaciones de poder desiguales dentro del hogar y en la comunidad, así como las normas de género tradicionales que refuerzan estas brechas y los desequilibrios de poder. El cambio transformador de género implica ir más allá de corregir las desigualdades en el bienestar material
¿Por qué es importante considerar cómo los programas de protección social pueden incluir un enfoque transformador de género?
Ciertamente, distribuirles recursos a las mujeres en situación de pobreza y vulnerabilidad ayudará a reducir la brecha de género en la tenencia de activos e ingresos. Es probable que conduzca a aumentos notables en el bienestar e inversión educativa de sus hijos.
De esta manera, facilitar el acceso al crédito y a otros instrumentos financieros para la inversión y suavizar el consumo, también puede conducir a mejoras significativas en los resultados económicos a largo plazo, especialmente cuando estos son lo suficientemente eficaces como para sacar a los beneficiarios de las trampas de pobreza.
La supervivencia de las mejoras al culminar la duración de los programas contra la pobreza dependerá de cuán sosteniblemente se eliminen las barreras y los desequilibrios de poder. Asimismo, dependerá también de cuánto se desafíen las normas de género tradicionales.
Recientemente, investigadores de JPal documentaron las formas en las que se puede influir en la agencia de las mujeres para darles mayor autonomía y negociación en la toma de decisiones en el hogar. Tener mayor autonomía y negociación dentro de este espacio puede tener impactos duraderos en los resultados económicos y no económicos de las mujeres, ya sea en los dominios del consumo, de la producción, o de la fertilidad.
Asimismo, el mayor control sobre los recursos financieros también puede influir en la transformación de las normas de género. Mientras tanto, la normas de género discriminatorias actúan como barreras para el empoderamiento de las mujeres. Empoderar a las mujeres y cuestionar las normas de género son factores fundamentales para lograr un cambio sostenible y para poder traducir las ganancias económicas a corto plazo en un mayor bienestar a largo plazo.
Un estudio de Programas de Graduación en 6 países concluyó que los resultados económicos de los beneficiarios se ven fuertemente afectados por las intervenciones. Sin embargo, muestran efectos ambiguos en los resultados no económicos de las mujeres. Esto no resulta sorpresivo, pues las primeras generaciones de estos programas no estaban necesariamente diseñadas para ser transformadoras de género per se.
Además, medir el empoderamiento de las mujeres es notoriamente difícil. De modo que, fallar al medir el impacto en los resultados no económicos puede ser más un problema de medición que de sustancia.
No obstante, recientemente, las organizaciones que brindan protección social multifacética estan incorporando lentes de género de manera sistemática en sus programas, lo que refleja que el empoderamiento de las mujeres es un ingrediente importante en el potencial a largo plazo de sus esfuerzos de protección social.
¿Cómo se puede lograr esto?
Los programas multifacéticos son muy heterogéneos en términos de la combinación de componentes que incluyen.
Algunos de los componentes comunes son transferencia de activos (en efectivo o en especie), capacitación en gestión de activos, instrumentos de inclusión financiera (ya sea proporcionando o facilitando el acceso al apoyo financiero y fomentando los esfuerzos grupales de ahorro y préstamo) y a corto plazo, apoyo al consumo en lugares donde los beneficiarios aún no forman parte de los planes de transferencia de efectivo.
Cada vez más, los programas brindan entrenamiento que tiene como objetivo promover "habilidades para la vida", mejorar la agencia y/o desafiar los roles de género dentro del hogar. Del mismo modo, los programas también reconocen cada vez más la importancia de los grupos de autoayuda, ya sea en forma de grupos de apoyo de pares o grupos de ahorro y préstamo, que se basan y refuerzan el capital social de las mujeres mientras que proporcionan un espacio seguro para el debate y el apoyo. De hecho, más allá de abordar las imperfecciones del mercado crediticio, los programas de ahorro grupal han demostrado mejoras en el manejo de recursos financieros dentro del hogar por parte de los beneficiarios.
Finalmente, para desafiar las normas de género tradicionales, y a menudo perjudiciales, el enfoque transformador de género en el caso de estos programas, significa implicar activamente a hombres y niños del hogar y de la comunidad, para así poder reconocer que el empoderamiento de las mujeres tiene grandes dividendos sociales y económicos.
Una revisión de la literatura sustenta empíricamente los roles que los grupos de autoayuda, el entrenamiento y la participación de hombres y niños pueden desempeñar en la mejora del impacto de los Programas de Graduación en los resultados no económicos de las mujeres. Sin embargo, aún persisten brechas importantes, como lo es la falta de servicios de cuidado de los niños de calidad asequible. Esta sigue siendo, en la mayoría de los casos, una barrera importante para la capacidad de las mujeres de beneficiarse de las intervenciones que tienen como objetivo potenciarlas.
Mirando al futuro
Destapar el potencial de la transformación de género desde los programas multifacéticos es un área madura para una investigación rigurosa y relevante para las políticas. Por ejemplo, ¿cuáles son las vías en las que los grupos de autoayuda o el entrenamiento pueden influir en el bienestar, la agencia y en las normas de género? ¿Estos efectos se deben a estos componentes por sí mismos o a la interacción que tienen con los componentes más "convencionales", como transferencias de efectivo o activos, inclusión financiera y capacitación en gestión de activos? ¿Con qué facilidad se pueden llevar estos componentes a escala?
Comprender el potencial de la transformación de género desde tales programas es especialmente importante durante un contexto como el del COVID-19, en cual la doble crisis sanitaria y económica está ampliando las brechas de género pre-pandemia. A medida que colapsen los medios de vida, la protección social será cada vez más vital.
Es esencial que se adopte una perspectiva integradora en cuanto a temas de género, ya que las mujeres y niñas se ven desproporcionadamente afectadas por una mayor carga y susceptibilidad a la violencia de género relacionada a la pérdida de medios de vida. Lo es también que la inversión en la infraestructura social de la que dependen las mujeres (como los servicios de salud sexual y reproductiva, o materna e infantil) se siga manteniendo a medida que los presupuestos gubernamentales y de los donantes se redirijan hacia el financiamiento de las medidas de mitigación y control del COVID-19.