F de Falta de pago
Este artículo fue originalmente publicado en el blog del Centro para la Inclusión Financiera (CFI, por su sigla en inglés). Para leer la entrada en inglés, haga clic aquí. La traducción fue realizada por Laura Galindo, de The Smart Campaign.
Personalmente considero que llegué tarde al sector de las microfinanzas en el año 2005, recorriendo desde la capacitación de Boulder hasta las conferencias de Blue Book, pasando por las cumbres de microcrédito (y de regreso), para tratar de entender la dinámica del microcrédito. En todos estos eventos, escuché proclamaciones sobre tasas de reembolso muy altas, que encendieron mi curiosidad sobre qué ocurría con ese pequeño porcentaje de clientes que no podían (o no querían) pagar sus préstamos. Este tema no se trató en ninguna de las conferencias a las que asistí.
En el sector, se han realizado investigaciones sobre por qué los clientes dejan de pagar, así como interesantes trabajos que resaltan el vacío que existe entre las percepciones y experiencias de los proveedores y los clientes relacionadas con el sobreendeudamiento1.
Sin embargo, poco se ha investigado acerca de los detalles de las acciones emprendidas por los proveedores en los casos que el cliente no pague su préstamo, ni tampoco se ha analizado la experiencia de los clientes morosos a corto plazo, o a lo largo del tiempo.
Los vacíos de conocimiento sobre la gestión alrededor de la falta de pago incluye el conocer qué hacen los proveedores en realidad, así como qué influencia tienen (si la tienen) los marcos legales y regulatorios sobre las prácticas del sector. Por ejemplo, ¿qué directrices o límites ofrece el marco legal de un país para el tema de cobranzas? ¿Existe un modo determinado en el que las IMFs pueden cobrar una deuda vencida, que incluya cómo abordar la ejecución, valoración y venta de garantías? ¿Existe un límite acerca del plazo en que un cliente es responsable de una deuda desde el punto de vista legal? ¿Cuáles son las prácticas de las IMFs con respecto a la cobranza después de que un préstamo es cancelado? ¿Existe alguna provisión sobre insolvencia o quiebra personal disponible para deudores, ya sea por ley o a través de centros voluntarios de asesoramiento sobre deuda? Algo más importante, si el marco legal existe, ¿se hace cumplir? ¿Las IMFs están al tanto y cumplen con dichos requisitos? Por último, no parece haber habido ninguna investigación del sector sobre las consecuencias de la falta de pago desde la perspectiva del cliente.
The Smart Campaign está muy interesada en estos temas, así como muchos profesionales con los que hemos tenido contacto. Con esta finalidad, y para dar impulso a un proyecto de investigación mayor, el Centro para la Inclusión Financiera invitó a los socios de The Smart Campaign a participar en una encuesta en la que se preguntó a las IMFs sobre las prácticas relacionadas con la falta de pago. Creemos que la recopilación, el análisis y el diálogo en torno a esta información podrían contribuir a que el sector mejore su manejo de los clientes morosos, y tal vez aprenda cómo rescatar, en lugar de romper, las relaciones con los clientes que han dejado de pagar.
Publicamos aproximadamente 20 preguntas en SurveyMonkey y estábamos esperando un número de respuestas bajo dado que las preguntas tocaban temas sensibles. Sin embargo, recibimos una grata sorpresa, ya que obtuvimos más de 300 respuestas (198 de personas anglófonas, 59 de francófonas y 74 de hablantes de español). Estamos agradecidos con todos aquellos que dedicaron tiempo a completar la encuesta, especialmente a quienes fueron más allá del llamado del deber, como un profesional de la República Democrática del Congo, quien escribió un ensayo sobre leyes y regulaciones de microfinanzas que aplican en su país.
La encuesta ilustró una diversidad significativa en cuanto a cómo las IMFs abordan la falta de pago, a partir de cuándo se desencadenan los procedimientos de cobranza (para muchos, coincide con el primer pago adeudado), qué forma adquieren esos esfuerzos de cobranza (presión colectiva, incautación de ahorros individuales o colectivos, ejecución de garantías o bienes del garante, ofrecimiento de reprogramación/reestructuración de la deuda, o uso de la justicia para cobrar deudas vencidas), y si la cobranza de deudas se externaliza (la respuesta es sí, en el 29% de las instituciones encuestadas).
Uno de los resultados, un tanto sorprendente, fue que el 27% de los encuestados consideraba la falta de pago como un delito de responsabilidad objetiva, es decir que aquellos prestatarios que han dejado de pagar debido a enfermedad o desastre natural son tratados de la misma manera que quienes tuvieron motivos quizá menos comprensibles, por ejemplo, perder dinero jugando cartas, o por fraude.
Los encuestados hispanohablantes tendían más que sus pares francófonos y anglófonos a distinguir sobre la base del motivo para la falta de pago. En la mayoría de las IMFs que tratan a sus clientes morosos involuntarios de manera diferente que a quienes se considera que han dejado de pagar intencionalmente, las medidas para los morosos involuntarios incluyen ofrecerles más tiempo, reestructurar sus préstamos, otorgar préstamos puente, y una de las IMFs mencionó que podría considerar la condonación de la deuda.
Otro tema que nos gustaría entender mejor es si existen elementos comunes entre las IMFs en cuanto a cómo abordan la constitución de garantías de los préstamos. Casi el 75% de las IMFs encuestadas aceptaban garantías, y casi el 92% de las interrogadas respondieron que tenían políticas específicas sobre garantías aceptables. En algunos países, la legislación dicta cuáles son las garantías posibles. Nuevamente, nos gustaría saber cómo los tipos de garantía, ya sean ahorros obligatorios o bienes físicos, desempeñan una función en la falta de pago. Algo más importante, ¿existe un equilibrio justo entre proteger el riesgo de la IMF y el riesgo para un cliente de perder esos elementos y esas relaciones con la falta de pago?
Por último, ¿qué impacto socioeconómico tiene la falta de pago sobre el deudor y su familia a lo largo del tiempo, especialmente cuando se pierden las garantías o los garantes deben pagar? ¿Es posible restituir a un moroso al sector de servicios financieros? ¿Es probable que las IMFs vuelvan a otorgar crédito a alguien que ha dejado de pagar, y en caso afirmativo, en qué términos? ¿Las microfinanzas son como se las practica actualmente, es decir, un "strike" 3 y estás fuera de juego?
Como pueden imaginarse, la encuesta inicial suscitó muchas más preguntas. Estamos entusiasmados de tener la oportunidad de explorar este tema tan importante, y somos afortunados de que tantas IMFs tengan interés en explorar las aguas desconocidas de la falta de pago y sus consecuencias para los clientes. Permanezca atento a más actualizaciones de The Smart Campaign sobre este tema.
Jami Hubbard Solli comenzó a trabajar en temas de regulación en microfinanzas en 2005 cuando se sumó a la Organización Internacional de Derecho del Desarrollo (IDLO, por su sigla en inglés). Jami fundó el departamento de IDLO sobre la regulación en microfinanzas y protección de los consumidores. En 2011, se incorporó a Consumers International, en Reino Unido, como asesora principal de políticas de protección del consumidor de servicios financieros y acceso a temas de justicia. Es miembro del Comité directivo de The Smart Campaign, la Asociación Internacional de Abogados, y es fundadora de Global Alliance for Legal Aid (GALA), asociación que apoya el acceso a la justicia para los más pobres en los países en desarrollo.
(1) Jessica Schicks, Over-Indebtedness of Microborrowers in Ghana: An Empirical Study from a Consumer Protection Perspective, Centre for EU Research in Microfinance, Nov. 2011.
(2) Casi un 78% de los encuestados ofrecía reestructuración; sin embargo, la pregunta referida a con qué frecuencia se había hecho reestructuración en el último año suscitó una amplia variedad de respuestas, desde "una vez" hasta "en un 80% de los casos".
(3) La autora reconoce que tiene que aprender terminología de cricket, tal vez más apropiada en un artículo sobre microfinanzas, en lugar de utilizar términos de béisbol. En el béisbol, después de 3 intentos fallidos en el bate, denominados "strikes", el bateador queda eliminado.