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Argentina amplía el acceso a servicios financieros para solicitantes de asilo y refugiados

Mejoras regulatorias y talleres enfocados en sensibilizar sobre las necesidades de servicios financieros de los refugiados, han facilitado el acceso al microcrédito y la apertura de cuentas bancarias para esta población.
Encuentro en Buenos Aires entre proveedores de servicios financieros, refugiados y solicitantes asilo organizado por ACNUR. Crédito de foto: ACNUR.

¿Por qué nos reunieron aquí? - preguntó Simón con una expresión de desconcierto, mientras estaba sentado en círculo con otros nueve solicitantes de asilo y refugiados de distintas nacionalidades como él, en una tarde soleada de octubre en Buenos Aires. Simón y los demás fueron convocados por el ACNUR para reunirse con varios proveedores de servicios financieros (FSPs por sus siglas en inglés), establecidos en la capital de Argentina, con el objetivo de conectar a los refugiados y otras personas de interés del ACNUR (solicitantes de asilo, apátridas y otras personas en necesidad de protección) con los proveedores de servicios financieros y sensibilizarlos acerca de sus necesidades para acceder a servicios financieros.

Simón es un solicitante de asilo de Rusia que actualmente trabaja en Buenos Aires en una carpintería establecida por la ONG local MIRARES como un espacio de trabajo compartido (Proyecto NODOS) para brindar a las personas de interés del ACNUR la oportunidad de recibir formación práctica, conectarse con otras personas de interés y establecer su propio negocio. Además del espacio provisto por MIRARES, las personas de interés también tienen acceso a algunas maquinarias y materia prima para comenzar su negocio. Simón, junto con otros solicitantes de asilo y refugiados de Ucrania y Colombia, produce muebles de madera. Simón necesita más capital para invertir en su negocio y poder satisfacer la creciente demanda de sus clientes, pero nunca se ha acercado a una institución financiera para solicitar un préstamo y poder comprar la maquinaria que necesita. Él asume que un proveedor de servicios financieros nunca le otorgaría un crédito a una persona que solo tiene el Certificado de Residencia Precaria (comúnmente conocida como la "Precaria") y con limitado conocimiento del español, especialmente en este momento de alta inestabilidad económica del país. Es por esto que, a pesar de estar informado acerca de la reunión, duda de poder obtener un resultado útil para su negocio y de que una entidad financiera pueda considerar otorgarle un préstamo.Igual que Simón, otros solicitantes de asilo y refugiados en la sala tuvieron una idea para comenzar o expandir un negocio y ninguno de ellos se ha acercado a un proveedor de servicios financieros desde que llegaron al país. Algunas de sus ideas de negocios son acerca de traer sus tradiciones gastronómicas a Buenos Aires – uno de ellos prepara comida casera jamaicana y desea comenzar un servicio de catering profesional, a otro le gustaría vender yogurt al estilo colombiano en el mercado, otro planea abrir un quiosco para vender empanadas venezolanas, otro desea expandir su restaurante sirio. Otras ideas están relacionadas con la apertura de peluquerías, salones de belleza, etc.

Carpintería en Buenos Aires establecida por la ONG local MIRARES como un espacio de trabajo compartido para refugiados. Foto gentileza:  ACNUR

El bajo nivel de inclusión financiera en Argentina no es algo que solo les concierne a los refugiados, la desconfianza en el sistema bancario es común, junto con el trabajo en el sector informal y los sueldos pagados en efectivo. Sin embargo, en los últimos años, algunas iniciativas impulsadas por la agenda de inclusión financiera del gobierno han facilitado la apertura de cuentas bancarias con solo el Documento Nacional de Identidad (DNI), se han eliminado algunas comisiones bancarias y algunas fintech han comenzado a involucrarse más en el mercado de pagos, remesas y préstamos. Estas mejoras regulatorias también han tenido un impacto favorable en la población de refugiados. El pasado mes de junio, Adra – agencia social de ACNUR – impulsó al Banco Ciudad a la apertura de cajas de ahorro para 62 solicitantes de asilo y refugiados y a brindar educación financiera a 72 personas de interés del ACNUR provenientes de 21 países. Las cuentas fueron abiertas para cualquier persona en posesión de una "Precaria" además de algún documento de identificación del país de origen conforme a la regulación bancaria “conozca a su cliente” (KYC por sus siglas en inglés) del país. El número de refugiados con cuentas bancarias ha aumentado desde entonces, permitiendo a los refugiados recibir su sueldo en su cuenta bancaria y depositar sus ahorros en un lugar seguro. Sin embargo, el acceso a créditos para negocios sigue siendo un desafío, principalmente por la falta de conocimiento de los proveedores de servicios financieros sobre la población de refugiados, sus medios de vida y necesidades financieras, así como el desconocimiento entre los refugiados acerca del sector financiero en el país y los requisitos para acceder a servicios.

Argentina tiene una legislación que apoya a los refugiados y les permite gozar de derechos sociales y económicos en el país casi en igualdad de condiciones con los nacionales, incluido el derecho al trabajo. Si bien el número de refugiados no es tan grande como el de otros países de América del Sur, como Ecuador o Perú, la migración masiva de venezolanos ha llevado a un aumento en esta población de hasta 130.000 al final octubre, y la expectativa es que los números continúen aumentando. Además, Argentina ya acoge a unos 8.000 refugiados y solicitantes de asilo de más de 80 nacionalidades y 400 beneficiarios del programa de visas humanitarias para refugiados sirios (Programa Siria). Los solicitantes de asilo reciben un Certificado de Residencia Precaria, que es esencialmente un documento que contiene datos personales, una fotografía, y detalla los derechos que tiene cada solicitante de asilo – como el derecho a trabajar, el derecho a la salud y a la educación gratuita y a la libertad de movimiento dentro del país. La “Precaria” debe renovarse cada 90 días hasta que la persona sea reconocida como refugiada, proceso que dura por lo menos dos años. Los refugiados reconocidos obtienen la residencia temporaria y el DNI, y luego de dos años pueden acceder a la naturalización y convertirse en ciudadanos argentinos.

"El pasado mes de junio, Adra – agencia social de ACNUR – impulsó al Banco Ciudad a la apertura de cajas de ahorro para 62 solicitantes de asilo y refugiados y a brindar educación financiera a 72 personas de interés del ACNUR provenientes de 21 países".

Ha pasado un poco más de un mes desde la primera reunión entre los proveedores de servicios financieros y los refugiados, y una de las instituciones de microcrédito que participaron en el taller – la ONG Avanzar – ya le otorgó un primer préstamo a Simón para ampliar su proyecto. De hecho, la ONG, junto a los otros proveedores de servicios financieros, tuvo la oportunidad de visitar el negocio de Simón el día después del taller y consideró que el proyecto tenía potencial y valía la pena invertir en él. Avanzar ahora planea incluir a otras personas de interés del ACNUR en su mercado objetivo y recientemente firmó un Memorando de Entendimiento con ACNUR para la privacidad de los datos de la población. Además del acceso a los programas de microcrédito, los refugiados también podrán participar en capacitaciones técnicas y financieras coordinadas por la institución de microcrédito. Avanzar está aceptando como documento válido la identificación precaria dada por el gobierno a los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes con mismas condiciones que los ciudadanos nacionales. Otros proveedores de servicios financieros que participaron en el taller también han mostrado interés en extender sus servicios de crédito a los refugiados, y el ACNUR está planeando extender sus esfuerzos para promover la inclusión financiera en otras ciudades del país.

Otro importante servicio financiero identificado durante la reunión por las personas de interés fue el acceso a remesas de bajo costo. Para lograr una mayor formalización del sistema bancario, el Banco Central de Argentina ha puesto en marcha en los últimos años varios cambios regulatorios para facilitar la creación de fintechs y servicios de pagos. Una de las últimas innovaciones es la Clave Virtual Uniforme (CVU) que consiente las transferencias de dinero entre cuentas bancarias y las virtuales, permitiendo así a personas con cuentas en una fintech pero sin cuenta bancaria de recibir pago de un bancarizado dándole un alias CVU. Además, algunos proveedores también permiten hacer los envíos de dinero desde Argentina hacia algunos países con móvil sin tener cuenta bancaria, cobrando en efectivo o mediante depósito directo en cuenta bancaria. A raíz de estas nuevas innovaciones, se espera que pronto más proveedores de servicios de pago y remesas estén dispuestos a extender sus servicios a migrantes y refugiados, cubriendo corredores claves, a bajo costo y con más fácil acceso.

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